Por Antonio R.M.
El pueblo español sufre los deterioros que “coyunturalmente” se achacan a la pandemia o al conflicto armado entre Rusia y el gobierno ucraniano títere de la OTAN, entre otras cortinas de humo (porque el comodín de Franco ya lo han gastado). Dicen que son la causa del problema, más bien son la chispa que hace que se aceleren las contradicciones que el propio sistema encierra.
Pero no seamos ingenuos, debemos recordar que cada crisis económica es la imposición unilateral del capital al trabajo de una reestructuración y una serie de condiciones. Esto se traduce a: vienen malos tiempos por ciencia infusa-según ellos-, luego hay que hacer reajustes. Cabe recordar que en el último informe de CCOO se recogen los datos de estratosféricos beneficios empresariales que venían desde antes de 2019 y que no hacen más que crecer. Ayer una pandemia, hoy una guerra, mañana quién sabe cuál será la excusa.
Sin embargo, lo vais a hacer vosotros trabajadores, porque la banca y las grandes empresas pierden beneficios, beneficios que se saldarán con vuestro esfuerzo. De esta manera los que sobreviven se hacen más fuertes y se comen a los competidores si es preciso-por la propia naturaleza de este sistema económico-, los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres.
Esto va acompañado de una alienación programada, se lobotomiza a la clase trabajadora, se la divide y le se dice especialmente que nada sirve la organización sindical, total… es corrupta u “no sirven pa´ nada las manifestaciones”
“Todo lo público es malo y los impuestos peor aún, por lo cual privaticemos servicios públicos”, pero eso sí: sálvese quien pueda. Proliferan los gurús económicos que te prometen ser rico a cambio de invertir en criptomonedas, en los mercados que sean, porque puedes llegar con tu propio esfuerzo a ser el tiburón de Wall Street.
Por encima de todo, olvídate de que eres un explotado, que el sistema educativo está siendo desmantelado y que atiende a las necesidades del mercado laboral. Dicen que te olvides de tu condición de clase, de algo tan obvio que es que dependes de un salario para que puedas llenar la nevera.
Ya el informe Petras nos habla de las conquistas que consigue la clase obrera española en los 60 por su lucha sindical. Esos logros caen al hoyo progresivamente desde que el Régimen de Franco muta con el famoso consenso al actual Régimen del 78 el cual se somete sin ningún tipo de reservas al mundo capitalista global, con una agenda cada vez más privatizadora, desmantelando nuestra industria y cediendo la soberanía al mercado europeo.
En dicho informe de alguna manera se muestra esa obra de ingeniería social que en las venideras generaciones calará mediante una cultura individualista y ociosa, concluyendo trágicamente que la generación nacida a finales de los 90 va a vivir peor que sus abuelos, y va a contar con menos capacidad de reacción para defenderse por carecer de organizaciones de clase efectivas.
Desde Comunidad Vértice lo decimos alto y claro: la lucha de clases existe y la van ganando ellos. Para frenarlos es necesario el esfuerzo popular, concienciar en todos los ámbitos, espacios de trabajo, en el barrio, en la escuela, etc. España debe ser defendida por su pueblo trabajador. Tiempo que perdamos en no organizarnos, es sinónimo de más miseria el día de mañana.